jueves, 26 de abril de 2012

De la autocensura.


Todos nos autocensuramos. No es una pregunta, es un hecho. Aún el más liberal de la lengua, pluma (o teclado), que se jacte de decir cualquier cosa que piense sin filtro alguno, tiene por ahí un listado de ideas que no expondría a terceros. Es natural, hay temas que simplemente no quisieras que tus padres, algún hermano, amigo o novia(o) te leyeran, ya sea por pena o porque podrías llegar a herirlos en cierto grado.

La realidad es que somos seres sociales. Nos guste o no, vivimos rodeados de personas, y por ende, interactuamos e intercambiamos mensajes. “La comunicación es un intercambio de ideas entre un emisor y un receptor”, solía decir mi maestra de español de 5° A de primaria.

No debemos sentirnos mal por autocensurarnos, es uno de los engranes que hacen que las sociedades sigan funcionando. No puede uno andar por la vida diciéndole al vecino que es un flojo o que su hija es una malcriada. O decirle a tu mejor amiga que has tenido sueños eróticos con ella. Es sentido común, hace que las cosas funcionen.

A veces traigo en la cabeza cosas que quiero desahogar escribiéndolas aquí, pero simplemente no lo hago. Sí, yo sé que nadie lee esto, pero si algo me ha enseñado la vida (además de cómo tratar migrañas) es que tarde que temprano todo se sabe.*

Y no quiere decir que tenga una vida oculta como narcotraficante o que dirija una red clandestina de prostitución en los suburbios de Chicago, son cosas que quizás tú y yo compartimos, simplemente no las platicamos por lo ya comentado, la sociedad y todos esos males necesarios.

Cuando escribo algo formal, algo que debe tener cuerpo, mensaje y demás estupideces que inhiben la creatividad, siempre me preocupa cómo cerrar las ideas, cómo dar punto final al texto. Eso de tener que englobar las ideas y dar una conclusión estructurada me quita las ganas de escribir. Lo bueno de hacerlo aquí, es que puedo terminar el texto en cualquier momento, sin pedir permiso o avisarle a alguien, simplemente pongo un punto y se acaba así, como magia.

*Aplican restricciones.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Balaceras con Notificaciones Push en tu iPhone

No es novedad que utilicemos Twitter en el smartphone de su preferencia para enterarnos de lo que pasa en el mundo en tiempo real. Tampoco es novedad que lo utilicemos últimamente para ver dónde hay balaceras (principalmente si vives en Monterrey, Reynosa, Tamaulipas o cualquier otra secuestrada ciudad).

Lo que ahora vengo ofreciendo, estimada marchanta, es combinar esas herramientas con una app llamada Boxcar (que me recomendó @El_dies) que está disponible para iPhone, iPod y iPad aquí.

La aplicación permite tener notificaciones Push que uno configura para cuando nos hacen una mención en Twitter, DM´s, RT´s, notificaciones de Facebook y todo el kit. Lo interesante del asunto, es que permite configurar notificaciones para búsquedas de Twitter, por ejemplo una que sea "#balaceramty", lo cual hará que, en tiempo real, nuestro iPhone suene y nos muestre en pantalla el tweet que alguien haya hecho incluyendo esas palabras claves. Ya es cuestión de configurar las que se adapten a nuestras necesidades, ya sea #reynosafollow, #balacera, #balaceramty, #telcelApesta o cualquier otro bonito tema que nos da nuestro México mágico.

Normalmente, nos enteramos de las balas cuando nos acordamos de revisar el Twitter, pero de esta manera, teniendo el iPhone contigo, te enteras porque te enteras.

Cabe mencionar que la aplicación es gratuita y bastante fácil de configurar, en un par de minutos queda lista y funcionando.

Digo, quizá este tip no sea nuevo para ti, en cuyo caso no hagas mucho pancho, solo pasa la voz a quien pueda servirle.

martes, 7 de septiembre de 2010

Estúpidas y sensuales tarjetas de crédito




Las deudas en las tarjetas no se adquieren por obra del espíritu santo. Tú, amable lector, eres el único culpable de ese feo y rojo número en el estado de cuenta. Tú eres quien se pone esa ropa comprada con tarjetazo, sufres esa cruda de la mega fiesta pagada de igual manera, disfrutas el olor del instructivo del nuevo gadget de la manzanita que sacaste con el mexicanísimo método de muérase pagando.

Entonces, ahora te jodes. Tú te metiste en la bronca, tú sales. Hay mil métodos (bueno, unos seis) que puedes encontrar en internet para estructurar tu deuda y planear la manera en la que, a cuenta gotas, liquidarás el asuntito.

Lo más dificil de todo esto es la paciencia. Ok, ya te hiciste a la idea de que tu sueldo (que compite con el de los paqueteritos de Wal-Mart) no da para pagar al mes más que 1/1000 de la deuda, es entonces cuando debes sacar a lucir tu inquebrantable(?) paciencia. Mes tras mes religiosamente debes dar ese abonito tipo Elektra, marcando en la pared una rayita más como preso en Almoloya.

Bueno, olvidé mencionar que hay una opción mucho más sencilla. Si te pareces a Megan Fox o eres el doble de William "chúpese y demándese" Levi, siempre podrás casarte con un viejillo rabo-verde con muchos de los verdes en el banco (o viejilla, según sea el caso). Es cuestión de esperar a que la madre naturaleza haga lo suyo y listo, herencia mata deuda.


- Publicado usando BlogPress desde mi iPad que aún debo

martes, 17 de agosto de 2010

Deja de ladrar




Imagina a tu perro sentado a un lado tuyo en la sala. Cerca hay un ventanal, a través del cual se aparece un gato en la calle. Acto seguido, tu perro corre hacia el ventanal y le ladra al gato como si éste se hubiera comido la última croqueta del planeta.

El gato se marcha lentamente, como burlándose de don perro,
juraría que hasta va riendo. Cuando desaparece por completo, tu fiel mascota regresa a echarse a tu lado y sacar tiernamente su lengua, literalmente como si el felino nunca hubiera existido.

Tú no ves al perro aventando gruñidos de vez en vez cuando recuerda lo sucedido con el trinche gato, ni escuchando música emo abatido por la tristeza de la amarga experiencia, ni llora en tu hombro diciendo que todos los gatos son iguales. ¿Por qué? Pues por la simple y sencilla razón de que YA PASÓ.

Tenemos tanto que aprenderle a los animales.

lunes, 19 de julio de 2010

Platicó con su pistola

Recién me entero que, a un conocido mío, ya le tocó de cerca platicar con una pistola (y con su respectivo dueño). ¿Su delito? Tener una camioneta de ésas narco-style.

Circulando camino a casa, de regreso de una boda, y acompañado por sus papás, tíos y dos hijos pequeños (un niño y una niña), dos camionetas le cierran el paso y se bajan varios h. ciudadanos literalmente “de armas tomar”.

Algunos apuntando al conductor, otros a los papás y otros a los dos niños pequeños (claro, nunca sabes cuándo una niña puede sacar un AK-47 de su lonchera). Les preguntan que qué están haciendo circulando por ahí (mi conocido creo que no ha tramitado aún alguna tarjeta de narco-circulación como para poder responder esa pregunta con el permiso correspondiente), a lo cual temblando responden que van a casa, solo eso.

Los niños (que ya iban dormidos), despiertan con una pistola apuntándoles y entran en pánico, mientras el papá les grita que se echen al piso y no se muevan. Entonces preguntan que si son familia. “No, pendejo, somos narcos nomás que ahora los recluto extremadamente jóvenes y de ambos sexos” – seguramente mi conocido quiso contestar; pero se limitó a decir que sí, que si quería se llevaran la camioneta pero que no les hicieran daño.

Los amables hombres entonces dijeron “no, pueden pasar, disculpe don, somos los que cuidamos aquí”, y los dejaron ir.

Veamos, como mi maestra de español decía: Sergito, vamos a analizar la oración “somos los que cuidamos aquí”:

- ¿Quién es el sujeto?

- Los narcos maestra, y no es uno, son varios sujetos bien armados.

- Muuuy bien muchachito, y ¿qué significa “aquí”?

- No sé maestra, yo creo que la calle ésa, o la colonia… hmhm no, sabe qué, ha de ser la ciudad o igual el país lo que cuidan.

Por cierto, pronóstico para hoy en Monterrey: lluvias de balas por la mañana, y chubascos aislados por la tarde, no olvide su chaleco antibalas y su paraguas, y si le toca alguna balacera, busque el cráter (creado por el huracán Alex) más cercano y ocúltese ahí. Igual si la lluvia no se llevó su casa, enciérrese ahí y no le abra ni al del gas.

Por cierto, una amiga quiere enamorarse de un narco, supongo eso explica muchas cosas.

lunes, 12 de julio de 2010

si me dieran un peso por cada blog que existe...

... ya hubiera contratado de chacho a Slim.

No sé qué nos puede motivar a seguir abriendo más y más blogs como si fueran cervezas en el Azteca. Bueno, en realidad sí sé. Lo hacemos para:

1. Desahogarnos.
2. Presumir que sabes escribir (bueno, aunque se encuentra uno cada caso que bueh...)
3. Dártela de poeta, informado o experto en algo (el tema no importa, puede ser futbol o técnicas para cortarle las uñas a los cotorros).
3. Soñar con que un día el New York Times te descubrirá y te llevará como su nuevo talento a un grande rascacielos neoyorkino popof.

La verdad, yo me quedo con la 1. No sé escribir. No soy experto ni en saber cuál cajón es para cada cosa en mi closet. Y finalmente, el New York Times no habla español, así que jódome.

Y bueno ya, ni me acuerdo en sí a dónde iba con todo esto.

Adiós.


jueves, 17 de septiembre de 2009

im not here.


Uno de esos días en los que simplemente no estas.

No puedes unir dos palabras sin divagar en el inter.

No puedes pedir mucho a la razón cuando te duele la cabeza 60 veces por minuto. Aunque debo aceptar que me estoy autocensurando.

x,
srsh